Por Lisandro Rolón Macari
El miércoles por la noche en Viamonte 1366, fue el principio del fin de Fútbol Para Todos. Y es que luego de varias idas y vueltas, los líderes de las casas deportivas más influyentes en la AFA recibieron los sobres con las propuestas monetarias y de servicio de los tres candidatos a quedarse con las transmisiones televisivas del balompie.
Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Chiqui Tapia (Barracas Central), Daniel Angelici (Boca Juniors), Hugo Moyano (Independiente) y Victor Blanco (Racing Club) presidieron la asamblea en la que las multinacionales Fox/Turner, ESPN y MediaPro ofrecieron sus alternativas para tomar la posta que dejará el gobierno que, luego de ocho años de emisión, rescindirá en Junio de este año el contrato de 870 millones de pesos destinados a la televisación gratuita de los partidos.
Esta situación se vivió, como no podía ser de otra forma en los tiempos que corren para la Asociación del Fútbol Argentino, polemizada en varios aspectos. El primero, a raíz del enfado generalizado que supuso la noticia de que, de los 530 millones que restaban pagar al gobierno por los derechos hasta terminar el contrato, sólo se recibieron 340 porque el otro 34% fue retenido en concepto de gastos corrientes de RTA.
Por otro lado, los participantes de la licitación se mostraron altamente ofuscados ante el hecho de que Fox/Turner presentara un informe con errores y le fuera dado un tiempo de gracia (hasta el mediodía de ayer) para modificar sus documentos, cuando debió quedar automáticamente desafectado del proceso de selección.
Tras todos los contratiempos ocurridos, finalmente la documentación se entregó para ser evaluada de aquí al viernes 24, cuando en una nueva asamblea comunique quién se hará cargo de la televisación del fútbol a mitad de año. Las tres empresas deberán contar para ello, no sólo con capital para pagar 3 mil millones de pesos a la AFA anualmente, sino también 1.2 mil millones como deposito a manera de llave para acceder a tal condición.
Sin embargo, el factor económico no será el único tenido en cuenta por la asamblea, sino también el cualitativo o qué prestaciones brindará al público y a qué costo. Y es aquí donde rige la mayor diferencia entre los postulantes, ya que aunque ESPN ofrece la alternativa más económica, Fox/Turner y MediaPro brindarian servicios más dedicados o “premium”.
En profundidad, trascendió que la elección de la primera cadena únicamente implicaría un aumento de entre 80 y 120 pesos al servicio de cable convencional en concepto de gastos a afrontar, al tiempo que se ofrecería un canal dedicado al fútbol argentino tal cómo sucede en Brasil.
En contraposición, tanto Fox/Turner como MediaPro (actual dueño de las transmisiones de todos los equipos de La Liga española, menos Barcelona y Real Madrid a cargo de Telefónica), tendrían paquetes que, aunque se venderían en conjunto con los planes de las cableoperadoras, coexistirian separados de las mismas, con canales HD y un costo de entre 10 y 20 dólares por mes.
Aquí se plantea la disyuntiva entre los tres candidatos. La más económica para el bolsillo de todos nosotros sería, a priori, la de ESPN. Sin embargo, las que más alternativas ofrecen (teniendo en cuenta que en España, MediaPro ofrece hasta un servicio de streaming) son las otras dos. Pero qué impacto tendría en una coyuntura económica inflacionaria el costo desmesurado por ver fútbol? Cuántas personas quedan ya excluidas con la desaparición de FPT? Cuantas quedarían más aún ante una suscripción que se vislumbra incluso más cara que Netflix, que hoy ronda entre los 8 y los 10 USD? Esto, sin tener en cuenta la oscilación cambiaria que pueda sufrir el dólar, de aquí a Junio, y durante los 5 años que durará la cesión de derechos, siendo extensible a 5 más.
En conclusión, los usuarios que ya no podrán ver fútbol se multiplicarán exponencialmente, en oposición con aquella expresión de un conocido productor y director de medios que alguna vez dijo que “lo más democrático es que el que quiera ver fútbol, pague”. Bajo esa premisa, el fútbol será democrático. Pero para quién?